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Diástasis abdominal del embarazo. ¿Puedo solucionarla?

La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen, que van desde el esternón hasta el pubis a causa de la distensión del tejido que los une, la línea Alba. La causa más común suele ser el embarazo pero también puede ser consecuencia de un esfuerzo, aumento de peso o incluso… ¡por hacer demasidas abominales clásicas! Justo lo que nos pensábamos que podría evitarla.

¿Cómo me afecta la diástasis abdominal?

Bueno, lo evidente es que se trata de un tema estético, ya que hacer que nuestro abdomen se vea distensionado, abultado y flácido. Pero además, también se relaciona con problemas fisiológicos que pueden afectar a nuestra calidad de vida como dolor en la pelvis y disfunciones en el suelo pélvico -por lo tanto, con eventuales pédidads de orina. Otro posible consecuencia sería la propensión al prolapso de vejiga, vagina, útero o recto, al perder su sujección natural de tejido descendiendo incluso hacia el exterior.

¿Cómo podemos detectarla?

Hay un pequeño test que puedes hacer tú misma, para saberlo:

1. Túmbate en el suelo, con la espalda recta y los pies apoyados totalmente.

2. Pon uno de tus brazos detrás de la cabeza, apoyándola en tu mano con el codo doblado.

3. Con la otra mano, toca tu abdomen con las yemas de tus dedos a la altura del ombligo y comienza a palpar los músculos rectos de cada lado del abdomen. Si notas una separación entre ellos de más de 2,5 cm es muy probable que haya una diástasis abdominal.

Si crees que es así, consulta entonces con un especialista -por ejemplo, un fisioterapeura especializado en suelo pélvico- que te de un diagnóstico y se ocupe de tu caso específico.

¿Es posible revertirla?

Desgraciadamente es muy difícil que vuelva a su estado anterior por completo pero sí que es posible mejorar muchísimo su estado, siguiendo una o varias de estas posibles soluciones, bajo la supervisión de un especialista:

– Sí o sí. Deja de hacer abdominales tradicionales: nos solo no te ayudarán si no que pueden agravar el problema. ¡Hasta ser el causante! Ol-vi-da-las.

– En cambio, comienza a y trabajar los abdominales hipropesivos y los isométricos (como la plancha). ¿Os va gustando esta opción a las yoguinis avanzadas? 😉

– Fisioterapia eléctrica: Apicada al suelo pélvico puede ayudarte a activar los músculos perineales que beneficiarán la recuperación de la diástasis.

– La cirugía es otras de las posibilidades para los casos más severos y después de haber probado las medidas anteriores.

 

¿Has padecido diástasis abdominal y has conseguido recuperarte? ¿Crees que puedes estar afectada? ¡Cuéntanos tu caso! Aprenderemos también muchísimo de ti.

 

 

 

 

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